A falta de 24 horas para su debut en la Ligue 1, Laporta aún no firma la venta de más activos por valor de 100 millones que necesita para reforzar su plantilla
A pocas horas del inicio de la temporada de la Ligue 22/23, casi una cuarta parte de los fichajes realizados por clubes españoles no estaban registrados. Entre ellos todos los del Barça, líder del mercado. Lo que podría ser una anécdota no es más que un reflejo de la dificultades economicas que arrastra el fútbol español, sin recuperarse del todo de las pérdidas de la pandemia y, sobre todo, de la transformación de un mercado que ya no retroalimenta cuentas y que mantiene en vilo a los directivos hasta el último segundo. Los clubes colgaron en sus despachos una frase: ‘Suelta antes de entrar’. Se endeudaron, tanto para buscar ingresos como para saldar sus deudas, como en el caso del Barça, en apuros financieros, ante operaciones que luego La Liga mira bajo su estricta lupa de tope salarial para asegurar la sostenibilidad de la empresa.
la audacia de la puerta Esto le ha llevado a querer evitar la asfixia vendiendo recursos que luego podrá compensar con los que atrae el éxito deportivo, pero antes tendrá que poder registrar todas sus firmas. 24 horas después de su debut, no puede. Vendió activos por valor de 618 millones para compensar las pérdidas y poder hacer frente a los cinco contratos, pero necesita 100 más gracias a la venta de un 24,5% adicional de la estudio bara y liberar entre 20 y 30 millones masa salarial en ventas o recortes salariales. Nada de esto llegó a buen término. Laporta luchó anoche para activar esta cuarta palanca que Lewandowski, konde, rafia, kesi Sí Christensenademás de reformas, encaja en tu Juego limpio. A la patronal presidida por Tebas no le faltará de nada. Ni el Barça ni ningún otro.
En su Informe económico y financiero de la temporada 20/21, la última íntegramente auditada, admitió que sus cuentas se habían resentido. LaLiga no sufría una pérdida desde 2012 y en ese último año completo registraron 892 millones y una disminución de sus ingresos de más de 1.000 millones. Este dato no es más que un reflejo del número de sus asociados. Solo 12 equipos entre primero y segundo terminaron con ventajas contables y uno, el Barcelona, se ha convertido en un auténtico lastre. El 60% de las pérdidas de la competición se deben a los 481 millones que arrastraba el blaugrana.
Pese a este equilibrio, el Barça ha sido gran protagonista en un mercado que se contrajo con el Covid y aún no se recupera. Los clubes han pasado de más de 1.000 millones en ventas y muchas más compras a apenas la mitad y marcan los registros más bajos de las últimas seis temporadas. Por ello y por las obligaciones salariales y las amortizaciones que han supuesto, reflejadas en la estricta Juego limpio Desde el control financiero de LaLiga, los clubes se han vuelto conservadores.
Nadie tiene la capacidad de endeudarse para comprar jugadores y generar ingresos es complicado. La situación económica no permite que aumenten las suscripciones, el crecimiento de los patrocinios se ha ralentizado y los derechos televisivos han dejado de multiplicarse. A esto hay que añadir que la llegada del CVC apenas ha tenido impacto en la capacidad de aumentar de tamaño. Es una apuesta por fortalecer la estructura para generar ingresos ordinarios fuera de los autos deportivos, porque todavía están estancados.
No compre sin vender
Los clubes simplemente compran lo suficiente hasta que ya no venden más. El jugador libre se ha convertido en la moneda codiciada en un mercado donde las ofertas de estrellas se han vuelto escasas. Todo el Sevilla confió en ellos y el Betis (que no pudo fichar) o el Valencia confiaron en ellos. El Atlético actuó con cautela para no aumentar su masa salarial (muy condicionado por Griezman, Morata o Sal) y Real Madrid y Barça se escapan de toda la ecuación, por distintos motivos.
Los blancos satisficieron sus necesidades con Escribe y la inversión de Chuamenique, pese a ser el fichaje más caro, se mantiene muy por debajo de sus límites salariales.
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